Estos misioneros en Sudáfrica tomaron un día libre para ir al parque safari. Y mientras ellos estaban disfrutando de las maravillosas criaturas de Dios, uno de los leones se acercó un poco más de la cuenta. ¡No va a creer esto!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.