Esta es la historia de un niño que creció con su gato, y se le desapareció cuando el gatito tenía 11 años. Pero, sus padres encontraron a su gato y este es un momento absolutamente conmovedor cuando al fin se reúnen.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.