Estos soldados de la marina ponen sus vidas en peligro para proteger a nuestro país. ¡Pero ahora ponen sus movimientos en la pista, ¡en la batalla de baile más increíble! Es imposible no sonreír al ver esto.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.