Nick Vujicic nació sin brazos y sin piernas, pero Dios le dio una determinación extraordinaria y un corazón de oro que transforma todo lo que toca. Su sonrisa al final le derretirá. ¡Usted nunca antes ha visto un videoclip cómo este!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.