Aldrich y James están de regreso y esta vez con una nueva versión de una canción clásica hecha famosa por la cantante Carrie Underwood. Esta canción es recordatorio perfecto para dejar que Dios tome el control.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.