Este dulce elefante bebé ha pasado toda su vida en un parque en el que está a salvo de los cazadores furtivos. Y verlo jugar con su juguete favorito, un leño, le hará sonreír. ¡Aunque le toma un poco de tiempo para superarlo JAJAJA!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?