Alguien se robo a esta pequeña cabra para después abandonarla pero gracia a un buen samaritano que la encontró y la devolvió a las autoridades ahora se encuentra de regreso en casa con su mama!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?