De niña ella le tuvo mucho miedo a los perros, hasta que poco a poco un perro muy lindo empezó a ganarse su confianza y juntos comenzaron una vida de amistad muy tierna que le cambió la vida a la pequeña niña que ahora es una veterinaria.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?