Personas neoyorquinas que paseaban por la calle se toparon con un switch de luz gigante, y los que se atrevieron a encenderlo descubrieron una grata sorpresa navideña en medio de la noche.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?