Sólo estaban conduciendo cuando vieron a un pequeño zorrillo indefenso al lado de la carretera, con la cabeza atascada en una taza. Ellos sabían que tenían que actuar, así que Jamie saltó del carro para ayudar. ¡Y qué hombre tan valiente, yo habría estado aterrorizado de quedar rociado! Tiene que ver este dulce rescate.