Aunque esto perritos necesitan de una silla de ruedas para caminar, no dejan de disfrutar de un buen tiempo en la playa con el mar, la arena, las olas y por supeuesto sus amigos.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.