Este perrito vio que era conveniente subirse al caparazón de su amiga tortuga. Al fin que alcabo lo importante no es llegar primero, pero hay que saber llegar.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?