El pequeño Silas tenía sólo 4 años de edad cuando Dios lo llamó para irse al cielo. Pero antes de que este precioso ángel fuera a su hogar celestial, le describió a su mamá cómo pensaba que sería el cielo y lo emocionado que estaba por llegar allí. ¡Que Dios bendiga a este hermosísimo angelito! ¡Su inocencia y su fe le inspirarán!