Cuando la canción favorita de este muchacho comenzó a tocar no pudo resistir las ganas de bailar aún si se encontraba en medio de la alberca rodeado de espectadores. Baila tan agraciadamente que no dejarás de reir.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…