Una niña estaba jugando en el jardín de su casa, cuando de repente apareció un cervatillo. Se acercó de inmediato a la niña; ella era una domadora de cervato ¡y sin saberlo! La niña hizo que el pequeño
cervatillo se sintiera seguro y lo pudo guiar de regreso al bosque, donde la madre lo esperaba… un momento increíblemente conmovedor.