La novia de este muchacho le prometió que de regalo de graduación le regalaría un perrito, pero al parecer a él se le había olvidado lo que le dijeron hasta que al levantar una caja se dió cuenta de que había un cachorrito boxer con un liston.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?