Evo se puso muy emocionado cuando le tocó cuidar al bebé Adam de 4 meses de edad. Y usted puede ver el amor de este dulce perro en cada cariño. ¡Bueno, creo que es seguro decir que van a ser los mejores amigos de por vida!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?