Cuando vi lo que este elefante puede hacer con un teléfono, no pude dejar de sonreír. ¡Me he divertido más viendo este anuncio que el mismo Peter que lo creó!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?