Esta niña de siete años tiene el privilegio y el gran gusto de conocer a su recién nacida hermanita, por lo que en una noche ella se puso a cantarle y a arruyarla pero de tanto verla le gano la emoción y las lagrimas de felicidad.
El Señor Jesucristo rodea a todos los creyentes con su presencia (Sal. 119:151). Cuando usted tiene un pensamiento, el Señor está cerca para leerlo; cuando usted ora, el Señor está cerca para oír la oración; cuando necesita su fortaleza y su poder, Él está cerca para darlos.