Este pequeño y tierno felino adora recibir atención y abrazos de su dueña asi que se para delante de ella y poco a poco levanta sus patas para que lo carguen y lo abrazen…. ¡lindo!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?