Este soldado cantaba para olvidar el temor y el peligro en la batalla. Pero ahora se enfrenta a otro temor. ¡Y usted sólo tiene que ver la reacción de los jueces cuando abre su boca!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?