Este niño y su patitos se refrescan y se divierten mucho en su pequeña alberca. Mira como se rie el niño cuando los patos se acercan a él y se suben en el! Quien quiere una piscina llena de patos?
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?