Ahora los niños la llaman “la señora Angel,” pero antes tuvo una vida dura de drogas y abuso. Ella está decidida a cambiar las vidas de los niños de su comunidad, ¡orando todos los días en la parada de autobús!
Como seguidores de Cristo y creyentes de Sus promesas a menudo dejamos de concentrarnos en JESÚS y en cambio nos concentramos en nuestras presentes circunstancias. Queremos caminar por fe pero eso puede ser un largo camino…