La magia de Disney llegó a un centro comercial y sorprendió a todos los que pasaban enfrente de las puertas blancas. Después de un tiempo los personajes de Disney salieron por las puertas para saludar a todos.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.