Los jueces obviamente no esperaban que ella cantara esta canción cristiana, ‘Sus ojos están sobre el gorrión’. ¡Pero cuando lo hizo se quedaron impresionados! ¡Qué hermosa versión de un clásico de góspel increíble!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.