Si no ha escuchado esta poderosa canción de Christine D’Clario, ¡se está perdiendo de algo especial! Sólo Jesucristo es digno de toda nuestra devoción. ¡La alegría en los ojos de esta mujer le contagiará!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.