5) Cada oruga y cada mariposa testifican sobre nuestro futuro celestial

Imaginemos por un momento que podamos enseñarle a la oruga que se arrastra por una hoja que dentro de poco su futuro será mucho muy distinto, y que en lugar de arrastrarse volara. ¿Sera que esta humilde criatura creerá que en algun dia tendra hermosas alas y así poder volar los cielos? Entonces ¿por qué tenemos nosotros tanta dificultad en creer lo que Dios ya ha planeado y prometido para nosotros?

6) Creo en el cielo porque la alternativa es solo la desesperación

“Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes” (Salmo 27:13). Por cierto, este mundo, no es la tierra de los vivos tanto como es la tierra de los que están muriendo. La tierra “de los vivos” está más allá de lo que nuestros ojos pueden ver inmediatamente después de nuestro último respiro.

Jesús dijo, “Porque yo vivo, vosotros también viviréis”

¿Quién de nosotros no ha llorado o sentido remordimiento tan solo de pensar que jamás volveremos a ver a un ser querido? Tener fe es la alternativa a tener desesperación.