Este pequeño se canzó de de quitar la nieve del suelo con la pala asi que despues de lamentarse tan arduo trabajo en deseperacion grito “¡Jesús haz que se caliente!” para ya no tener que seguir quitando nieve.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…