Cuando este niño de 7 años de edad, descubrió que su mejor amigo estaba enfermo, decidió hacer algo para ayudar. Y el segundo que empezó a cantar “Eres Mi Rayo de Sol” mi corazón se derritió. ¡Que Dios bendiga su dulce corazón!
Como seguidores de Cristo y creyentes de Sus promesas a menudo dejamos de concentrarnos en JESÚS y en cambio nos concentramos en nuestras presentes circunstancias. Queremos caminar por fe pero eso puede ser un largo camino…