Robin Pieters se paró sobre el escenario para interpretar el clasico “I Have Nothing” comenzando de una gran manera la canción el cantante siguió hasta terminar de una manera impresionante que dejó a los jueces con la boca abierta.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.