Este perrito disfrutaba del otoño, cuando su pelota de tenis terminó en un enorme montón de hojas de árbol. ¡Su preciosa búsqueda me tenía riendo a carcajadas al 1:08!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.