Cuando este pequeño individuo anotó un gol, la multitud enloqueció. Pero esa no fue la mejor parte. Espere hasta que vea su reacción. ¡No tiene precio!
Si tú pudieras explicarle al polluelo que un día verá todo esto con sus pequeños ojos y que podrá volar con sus pequeñas alitas, tampoco lo creería. Igual sucede con muchas personas que no creen en lo que está por venir en esa vida futura, todo porque están envueltos en su cascaron terrenal.