Bandit vivió en una celda durante toda su vida hasta que la gente de la asociación “Gut Aiderbichl” que es un santuario para animales llegó a rescatarlo. La emoción y felicidad de la res es evidente y muy conmovedora.
Como seguidores de Cristo y creyentes de Sus promesas a menudo dejamos de concentrarnos en JESÚS y en cambio nos concentramos en nuestras presentes circunstancias. Queremos caminar por fe pero eso puede ser un largo camino…