Un perro y un ciervo formaron una estrecha amistad. ¡Incluso juegan juntos a la pelota! Mire a estos dos mejores amigos como se divierten; son criaturas preciosas de Dios. 🙂
Si tú pudieras explicarle al polluelo que un día verá todo esto con sus pequeños ojos y que podrá volar con sus pequeñas alitas, tampoco lo creería. Igual sucede con muchas personas que no creen en lo que está por venir en esa vida futura, todo porque están envueltos en su cascaron terrenal.