Este perrito sabía que era hora de la siesta del bebé, Christopher. Así que, decidió ayudar a adormilarlo un poco en preparación. Pero cómo lo hace me dio hasta un poco de risa nerviosa…¡cariño en exceso!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…