Este jardinero hacía algo muy especial todos los días para traer una sonrisa a la cara de una niña enferma. Y ver su amistad florecer puso la sonrisa más grande en mi cara. ¡Este es un acto de bondad que le gustará!
Si tú pudieras explicarle al polluelo que un día verá todo esto con sus pequeños ojos y que podrá volar con sus pequeñas alitas, tampoco lo creería. Igual sucede con muchas personas que no creen en lo que está por venir en esa vida futura, todo porque están envueltos en su cascaron terrenal.